Nuestra Misión


 

No dejar pasar la ocasión de hacer el bien...

... el voto de apostolado,

que consiste en llevar los hombres a Dios.

 


Desde nuestra consagración secular, siendo fieles al carisma y desde nuestra espiritualidad, queremos dar respuestas ante las situaciones difíciles y las necesidades que surgen en la sociedad de cada época.

 

Para ello vivimos en el mundo y a través de nuestras profesiones en el campo sanitario, educativo, social... llevamos a cabo esta tarea para vivir aquel mandato: “Id y anunciad el Evangelio”.

 

Para hacer más eficaz esta labor, aparte de nuestro trabajo individual, abrimos centros especializados de atención social, escuelas, hospitales, etc. donde uniendo nuestras fuerzas a través de equipos de vida fraterna, queremos hacer presente el amor de Cristo y de su Iglesia en el mundo.

 

En el año 1960 se cumplió el mayor de los sueños del Fundador. Las primeras cruzadas misioneras llegan a tierra de Bolivia y siete años después se hacen presentes en el continente africano, en la R.D. del Congo.

 

 Hoy nuestra labor apostólica está extendida en diferentes lugares de estos dos continentes, pero con el mismo fin: evangelizar.

Campos de apostolado

  • En primer lugar, el testimonio. (AA. 3) (GS, 43 d)
  • Cuando la prudencia lo aconseje, el apostolado de la palabra, especialmente a través del diálogo. (AA. 8 C)
  • Integrarse en el mundo como la sal y la levadura mediante la propia profesión para irradiar a Cristo en la vida. (AA. 5)
  • Procurar aprovechar las ocasiones para "abarcar a todos los que se encuentran en el ambiente, y no excluir bien espiritual o material alguno". (AA. 13c)
  • Ocupadas "incluso en los cuidados temporales, pueden y deben desplegar su actividad en orden a la evangelización del mundo". (LG. 35 d.)
  • "Para una intensa renovación cristiana de las familias y de la sociedad civil... para un multiforme apostolado y para el ejercicio de ministerios en lugares, tiempos y adjuntos prohibidos o inaccesibles a los sacerdotes y religiosos".