Moriré beneficiario, pero me enterrarán canónigo.

En 1991, las cruzadas recordaron cuando por los años 40, ya D. Doroteo había dicho graciosamente: “Yo moriré beneficiado, pero me enterrarán canónigo”, pues el 15 de agosto el obispo de Santander realizó este nombramiento. Noticia que recibe desde el silencio al que le tiene sometido su enfermedad.

 

“En mi larga vida de sacerdote, nunca he pedido ningún cargo a mi obispo, y me ha ido muy bien.

 

(De "Pequeñas historias")

Escribir comentario

Comentarios: 0